¿Cómo reducir y prevenir los trastornos musculo-esqueléticos causados por el penoso trabajo del chaflanado manual y rudimentario en talleres y caldererías?
En la industria metalúrgica, el uso de la amoladora para achaflanar es común, aunque siga siendo una tarea difícil y penosa, no valorada y poco productiva. En efecto, realizar un chaflán con la amoladora, es sinónimo de trabajar con ruido, respirar el polvo y las chispas ocasionados por la máquina, llevar la maquina a pulso durante 8 horas e intentando tener un resultado uniforme y satisfactorio (chaflán con el mismo acabado por toda la chapa, el mismo ángulo de chaflanado y la misma anchura). Este tipo de trabajo puede provocar trastornos musculo-esqueléticos aún no resueltos hoy en día. Por suerte, el achaflanado con la amoladora puede ser sustituido, sin ningún riesgo ni alteración de la salud, por una máquina automática que suprime todas estas acciones para el operador. Esta máquina es autónoma, con avance automático, silenciosa y achaflana sin generar polvo ni chispas. Gracias a su avance automático, basta con engancharla en la chapa y trabaja sola con absoluta seguridad, sujeta por un carro o por un puente-grúa. ¡Es rápida! 2,6 m/ min sin necesidad de amolar, sin esfuerzo físico y mejorando las condiciones de trabajo en talleres. Ver el video de la achaflanadora